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"Un corazón, una misión", se vivió en Perú
Por
Instituto San Fernando .
Publicado:
11 Mayo 2007
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Ha sido una semana agitada para él. La planificación del viaje, la participación, y el regreso a las tareas propias de su cargo luego de participar en Chosica, al norte de Lima, han hecho intensa la agenda de la última semana. Entre el ajetreo, sin embargo, nuestro rector, Claudio Arellano, se da un tiempo para reflexionar acerca de la participación de nuestro Colegio en la Asamblea de la Provincia de Santa María de Los Andes, que se realizó desde el 27 de abril al 1 de mayo en Perú.
¿Qué significó para el Colegio participar en ese encuentro

Primero, una grata responsabilidad. En segundo lugar, reafirmar nuestra vocación de educadores maristas llamados a una misión, que es evangelizar a los niños y jóvenes que nos toca atender en Bolivia, Perú y Chile. Por otra parte, reencantarnos con nuestra misión, encontrar en la relación con los hermanos peruanos y bolivianos un espacio de diálogo; conocer su trabajo, las tareas que realizan, las carencias, para darle más sentido a la labor que desarrollamos en nuestro país, a veces en condiciones de mayor bienestar material. En definitiva, convencernos de que, como educadores, estamos llamados a cumplir la vocación que el Señor nos regaló, que es servir a nuestro prójimo, en este caso niños y jóvenes, por medio de la educación, con un sello particular, que es el carisma marista. ¿Cuál fueron las principales conclusiones que usted podría entregar acerca de este encuentro

Como conclusión, la necesidad de ser más audaces para avanzar en la línea de la refundación, de acercarnos al mundo de los más necesitados, crecer en nuestra espiritualidad como laicos, para ser más fieles al carisma. Otra conclusión importante es que tenemos que avanzar en la identidad marista, laicos y hermanos, corresponsables de la tarea educativa, y hacer una opción más decidida por los pobres. Gran desafío para nosotros como Colegio será explorar nuevos caminos para ser más fieles a la misión. ¿Cuál fue la participaciín que tuvo nuestro colegio en Chosica

Nos incorporamos con mucha humildad al trabajo de las distintas comisiones. Tanto el Hermano Humberto, como Nicolás y yo, íbamos con esa misión. En las instancias de trabajo en grupo aportamos desde nuestra experiencia. Debo resaltar que hicimos también una aporte a la presentación artística, en la que nos correspondió bailar cueca y hacer un saludo a la bandera. Además, Nicolás leyó unas payas dirigidas al encuentro.


Pero, básicamente, nosotros fuimos a aportar a la reflexión, que era uno de los objetivos del encuentro. En ese sentido, se buscaba también que a nivel personal nos reençantáramos con la vocación-misión de educadores maristas. ¿Cómo a su juicio se puede traducir esa visión que tiene usted de la misión marista en hechos reales

En palabras muy sencillas, la misión nuestra es dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar. Ser seguidores de Jesús, ser seguidores de su evangelio; dar testimonio de ello. Nuestra misión es presentarle a nuestros jóvenes un Jesús vivo, un Jesús que los ama y que quiere actuar desde ellos. ¿Un corazón, una misión, es más que un lema

Así es. “Un corazón, una misión” nos une en el amor a lo que hacemos, a la vocación educadora, para cumplir la misión de evangelizar educando. Y tal como decía nuestro Superior General, en ese cumplimiento de la misión tenemos que poner mucho corazón. Sin fuego, sin pasión, sin sentimiento, es muy difícil llevar el mensaje de Cristo a nuestros jóvenes. En su rol de educador marista, con una vasta trayectoria, ¿qué significan estos encuentros

Un enriquecimiento a nivel personal y profesional. Por otra parte, crecer también en el contacto con laicos y hermanos que en otras latitudes están cumpliendo la misma misión. Por último, tomar conciencia de que estoy llamado, junto al resto de los educadores maristas, a cumplir una misión para la cual el Señor nos ha llamado. A futuro, ¿qué pasos siguen en este camino de exploración y de meditación acerca de la misión marista en nuestro Colegio y en la Congregación

Yo diría que seguir profundizando, aterrizar estos desafíos, llevarlos a la base, a los profesores, a los papás, a los alumnos. Yo me reuní con la nueva directiva del Centro de Alumnos y les hablé de la Misión, les recordé que somos parte de una Congregación, que somos un Colegio Católico, un colegio de Iglesia, y que en tal condición tenemos una misión en la sociedad, y esa misión tiene que ver con generar las condiciones para que nuestros alumnos se formen cristianamente y de la manera más armónica posible, con conciencia social y deseos de contribuir a la construcción de una sociedad más justa. Pero este colegio también abarca a los padres.

Sí, pero el foco, el referente, los destinatarios principales, son los alumnos. Entonces, todo el esfuerzo que nosotros hacemos tiene que ir orientado a entregar una buena formación cristiana a nuestros alumnos. Los padres reciben también nuestro apoyo a través de diversas actividades de formación, en la idea de colaborar con ellos en su misión de ser los primeros educadores de sus hijos.    

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